INGREDIENTES:
- 100 gr. de Cebolla.
- 100 gr. de Pimiento verde.
- 100 gr. de Pimiento rojo.
- 1/2 Cucharadita de Ajo en polvo.
- Picatostes.
- Queso rallado.
- 2 Huevos.
- Orégano.
- Aceite.
- Sal y Pimienta.
PREPARACIÓN:
En una sartén se pone aceite y cuando esté caliente se añade la cebolla y pimientos picados, se salpimentan y se agrega el ajo en polvo. Se deja hacer a fuego lento.
Una vez hecho el refrito se pone en una cazuela de barro o fuente de horno.
Se cubre con los picatostes y el queso rallado. Se hacen dos huecos y se echan los huevos, le ponemos un poco de sal, pimienta y orégano.
Se introducen en el horno precalentado hasta que los huevos cuajen.
¡ BUEN PROVECHO !
No conocía esa anécdota de Napoleón y se parece bastante a la de Alfonso XIII del que cuentan que se quejaba de ser el único español que se comía la comida fría por encontrarse las cocinas muy alejadas del comedor real. Si esto ha servido para lograr estos platos tan rápidos de elaborar y a la vez tan ricos, bienvenidas sean las quejas de la realeza, a fín de cuentas son los que mandaban. Por mi parte me llevo tu plato que me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso.
Riquisimos estos huevos.
ResponderEliminarMuy curiosa la anécdota de Napoleón no la tenia oído y los huevos me encantan como los has preparado, que buenos.... bsss
ResponderEliminarQué plato más apetecible. Me ha encantado la anécdota y los huevos... Un bs
ResponderEliminarPues le daremos las gracias a ese cocinero que nos ha dejado estos huevos tan ricos y a tí por compartirla. Un beso!!
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